La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró en 1988 el 30 de marzo como el día internacional de las trabajadoras del hogar para visibilizar su labor poco reconocida y, a menudo, precarizada.
Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2023, el empleo femenino registró la tasa de ocupación más alta. A pesar de esto, la tasa de empleo de las mujeres sigue siendo diez puntos inferiores a la de los hombres, salvo en el caso del régimen de empleadas del hogar en el que ellas representan el 95,56% del total, según datos del Informe de mercado de trabajo estatal de 2024.
En una reciente encuesta sobre salud laboral en el empleo de hogar y los cuidados, realizado por la Universidad de A Coruña, entre 400 mujeres encuestadas, se concluyó que el perfil de las mujeres trabajadoras del hogar es el de inmigrantes en situación administrativa irregular en la que el 50% de ellas cobra menos del salario mínimo interprofesional.






