La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha presentado su XXIII Informe Anual, que analiza la situación de las personas refugiadas en España y Europa. En un contexto marcado por un nuevo récord de desplazamientos forzosos —más de 123,2 millones de personas en todo el mundo— el informe subraya los múltiples obstáculos que enfrentan quienes buscan protección internacional, especialmente en su llegada e inclusión en la sociedad española.
Entre los datos más relevantes, se destaca que España recibió más de 167.000 solicitudes de protección internacional durante 2024, con un reconocimiento de apenas el 18,5 %, muy por debajo de la media europea. Sin embargo, a pesar de este bajo índice de aceptación, muchas personas solicitantes de asilo inician procesos de inclusión social, acceden a formación y, en muchos casos, al mercado laboral.
Desde Conecta con la Diversidad queremos resaltar que sí es posible contratar a personas solicitantes de protección internacional. A los seis meses de haber formalizado su solicitud, y siempre que no hayan recibido una respuesta negativa, estas personas tienen derecho a trabajar legalmente. Para ello es importante conocer la diferencia entre los documentos que acreditan su situación: la Tarjeta Blanca, que autoriza a trabajar a partir del sexto mes, y la Tarjeta Roja, que amplía esa autorización durante todo el proceso de resolución del expediente.
También es clave distinguir entre personas migrantes, solicitantes de asilo y personas refugiadas en términos laborales. Mientras una persona migrante requiere un permiso de residencia y trabajo, quienes están bajo protección internacional (o en proceso de solicitud) cuentan con marcos específicos que permiten su contratación si se cumplen ciertos plazos.
Frente a estos datos, el mundo empresarial no puede mantenerse al margen. Las organizaciones tienen una oportunidad —y una responsabilidad— de contribuir a la inclusión efectiva, garantizando el acceso a empleos dignos, sin discriminación ni prejuicios. La diversidad cultural no se improvisa: se gestiona. Reconocer y valorar las trayectorias de vida de las personas refugiadas es un paso imprescindible para construir entornos laborales más justos, innovadores y resilientes.
Para más información sobre contratación inclusiva y acceso al mercado laboral de personas solicitantes de asilo, descarga nuestra Guía La Inclusión en el Centro.





